Todo esto se puede apreciar en el premiado corto El circo de la mariposa, una emotiva historia de superación personal y de búsqueda del propio lugar en el mundo. Con una ambientación admirable, su inicio nos recuerda a la película de Tod Browning, Freaks, que describe cruelmente el mundo de los “fenómenos” de feria. También presenta similitudes con El hombre elefante, de David Lynch. Sin embargo, el protagonista de este corto no es Joseph Merrick, aunque comparta con este personaje su gran humanidad. “Yo no soy un monstruo... Soy un ser humano... Soy un hombre”, explotaba en una memorable secuencia de la película. Will, en cambio, asume su soledad y la maldad de los hombres con una resignada indiferencia, hasta que descubre que hay “otros” circos: el circo de la mariposa del señor Méndez. Allí descubrirá el valor de todo ser humano, incluso el suyo propio.
Joshua Weigel nos ofrece una bonita historia, a veces demasiado edulcorada, un cuento con final feliz que, sin embargo, se agradece en estos tiempos donde la narración está al servicio de la espectacularidad de las imágenes y no al contrario. Además, bastantes calamidades se están produciendo en el mundo. Un poco de alegría y de esperanza no vienen nunca mal. Os dejo con esta pequeña obra de arte. ¡Que la disfrutéis!
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